Nat y Bruno

¡Conóceme!

Mi nombre es Natalia, AKA Nat Cordero, AKA “la loca de los hilos y las telas que hay detrás de esta página» , AKA «la compañera inseparable de Bruno el Perruno».

Nat y Bruno
@nat_cordero @brunoelperruno

Periodista, de las de papel y boli. Una romántica del periódico y la radio, hija de un taxista madrileño, que vio que su romanticismo periodístico no la iba a llevar muy lejos así que se convirtió en Community Manager, algo que la llevó concretamente a Gijón.

Durante muchos años ese fue mi trabajo, hasta que decidí enseñar todo lo que sé. Así que ahora soy docente y cómo no me sobra ni un minuto al día, pues estudio Psicología. Un culo inquieto como dice mi madre. Lo único que me relaja y hace que desconecte totalmente es coger una aguja, hilo y empezar a coser. Pero no te vayas a pensar que eso siempre ha sido así…lo cierto es que lo odiaba con toda mi alma (CON-TODA-MI-ALMA). Cuando era pequeña me obligaban a coser porque era algo que “una niña tenía que saber hacer”, y yo, me negaba constantemente a hacerlo (rebelde y feminista desde antes que se me cayeran los dientes. Gracias mamá.)

Un día lo hice yo porque me dio la gana, y en vez de hacer flores de punto de cruz, escribí “Estoy hasta el coño”, y ¿sabéis qué? No he dejado de coser desde entonces.

Porque me lo paso PI-PO-TA. Me encanta ver como un trozo de tela se convierte en la palabra COÑO. O cómo puedo hacer memes y colgarlos en mi habitación. Me gusta coser cosas frikis, frases haters y utilizar mucho rosa. Me gusta pintar las telas y probar. Me gusta aprender cosas nuevas que tengan que ver con la costura: crochet, punto…¡lo que sea! Coser, descoser y volver a probar hasta que hago algo con lo que me divierta. Me flipa transformar mi ropa aburrida en algo alegre y divertido. Me encanta coser con mi máquina. Probar y hacerme mi propia ropa. En mi deseo por hacer de este mundo un sitio mejor, me hago (casi) toda mi ropa (quiero en un año quitar ese casi de ahí). Tengo una máquina de coser de esas de supermercado, no sé hacer los remates perfectos, y casi siempre me quedo corta comprando la tela, pero ¡¡toda mi ropa nueva está hecha por mí!! Además, voy guardando tooooodos los trocitos que me quedan y hago “patchwork”, cojines o acumulaciones de «trozos de tela que ya me servirán para algo» en mi habitación.

MI OBJETIVO con este blog es que cambies tu idea sobre el bordado, el punto de cruz, el crochet y el mundo de la costura. Que lo conviertas en algo que te empodere. Que tú, hombre, lo hagas y te sientas libre. Que tú, mujer, no sientas ninguna presión por hacerlo bien, que solo te apetezca hacerlo. Que no te frustre. Que lo veas como una forma de expresión, que sea capaz de libertarte. Que te divierta y te haga reír. Que te desconecte de tu mundo durante un ratito y te lleve a la presencia, al estar ahí: con tu aguja, sea cual sea, con tu máquina de coser o compartiendo tu experiencia. Eso es lo que llaman mindfulness, amigues. Haz algo con lo que te sientas identificad@.

Empodérate cosiendo. 

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